Aunque los hechos sean correctos y la infracción objetivamente se haya cometido, hay supuestos en que conviene y es interesante recurrir,  ya que pueden darse defectos de tramitación por parte de la Administración, que pueden ocasionar la anulación de la sanción. El hecho de recurrir una multa es sumamente interesante cuando además de la sanción económica, la infracción cometida lleva aparejada sanciones accesorias como retirada de puntos, y aún más, si tenemos en cuenta que las mismas pueden quedar inscritas durante 3 años en el Registro de Conductores e Infractores.